por Allan Wallis
“The Conjuring” fue probablemente la película de terror de la que más se habló el 2013, logrando recaudar muchísimo dinero, un muy buen boca a boca, y la siempre esquiva crítica positiva (en lo que se refiere a este género). La fórmula era sencilla, no descubrió la pólvora, presentaba varios lugares comunes, pero los presentaba de una forma competente, con mucho ambiente. Como sabemos el éxito en Hollywood es un don y una maldición, el dinero llegó, y un año después obtenemos la precuela: “Annabelle”; donde se expande (o se intenta expandir) la historia de una de las muñecas más creepy que hemos visto en mucho tiempo.
Casi inmediatamente se siente el “cambio de mano”, pasamos de James Wan (el australiano que nos dio “Saw”, “Insidious” (1, y 2), y “Dead Silence”, entre otras) a John R. Leonetti…cuyos créditos incluyen “Mortal Kombat Annihilation” (Brrrr Mufasa), y “El Efecto Mariposa 2”…sip, hay una segunda parte de “El Efecto Mariposa”, Leonetti es mayoritariamente un director de fotografía, y se nota, la película está bien filmada. Wan a veces se excede, pero suele ser un tipo que crea una atmósfera adecuada, esto se pierde en esta película, se siente forzada, y las actuaciones no ayudan demasiado, cayendo en 2 categorías a) Acartonadas, b) Adecuadas pero muy cliché (pero eso es más culpa del guión), casi todas las sorpresas de la película son anunciadas no muy sutilmente, y si tienes una mínima experiencia con el género vas a poder adelantarte fácilmente a los eventuales “giros” del guión. Otro factor, que en caso alguno es exclusivo de esta cinta es el hecho que parece respetar demasiado una fórmula, es básicamente 1, 2, BOO- 1,2 BOO-1,2 BOO.
Sin un solo spoiler si puedo decirles que la misma película en un momento identifica uno de sus mayores problemas, a través de una frase bastante conocida “entre más uno conoce a sus temores, menos asustan”; “The Conjuring” explicaba de una forma ambigua, lo que favorecía a la sensación incómoda que transmitía, esta película explica más, pero desafortunadamente trabaja en detrimento de la sensación final.
El otro pecado es que pese a ser publicitada como una precuela, y contando con la participación de la muñeca no hay hilo conector alguno, podrían ser dos películas independientes, y ambas funcionarían, sólo que una mucho mejor que la otra.
Para terminar, si eres muy fan vela, si te gustó “The Conjuring” y esperas ver algo similar…pues no, no es esta la película para eso.
Nota aparte, Wan creo a Billy de Saw, el muñeco de Dead Silence, y lo de Annabelle…este hombre tiene una fijación malsana con las muñecas, pareciera que su familia fue asesinada por un Nenuco; y de verdad película, si intentas convencerme que una madre compraría ESO a una hija, o un esposo a su esposa, o lo que sea, y que la reacción de la persona que recibe dicho ¿regalo? No sea “AHHHHHHH QUÉMENLA, QUÉMENLA”, es poner mi suspensión de la incredulidad a una prueba de niveles olímpicos.