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por Fernando Pinto

Al describir una película, la frase “Remake de película basada en un videojuego” suena tan atractiva como “Una nueva comedia romántica de la mente de Roman Polanski” o “De los creadores de “El triunfo de la Voluntad” llega el nuevo hit del verano”

Las películas basadas en videojuegos no tienen la mejor historia. Ya sea la adaptación de Street Fighter con un Van Damme teñido rusio tratando lo más que puede de lograr un acento gringo/ sureño, o esa versión cyberpunk de Mario Bros que nos provocó síndrome de stress post traumático a los que crecimos en los 9, las consolas y Hollywood no han sido los mejores aliados.
En un género donde Mortal Kombat (Con todo su techno, cgi noventero y un post Highlander 2 Christopher Lambert) es, discutiblemente, tu mejor exponente, no digamos que la vara está muy alta.

Si a eso le sumamos que esto es aparte un remake de la saga del mismo nombre, anteriormente protagonizado por efectos especiales y Angelina Jolie (ocupando como motivación artística el ir a cobrar el cheque de su actuación) Tomb Raider, a los ojos de muchos, (entre los que me incluyo) no parecería la mejor alternativa para un viernes de cine.

Dirigida por el director Noruego Roar Uthaug (Nombraría alguna de sus películas, pero no sé dónde está la “o” con raya encima ni la “u” con puntitos en mi teclado) la película sigue la historia del juego más reciente de la saga, no el de PC antiguo (Ese con personajes de atributos cónicos y comandos en el teclado que me provocaban ansiedad por allá por esos años donde la gente no se burlaba de ti por escuchar Limp Bizkit).
En esta, Lara Croft, una joven sin rumbo y que se niega a aceptar su destino burgués, emprende una aventura hacia una misteriosa Isla Asiática donde pretende averiguar qué le pasó a su Padre, quien desapareció hace 7 años emprendiendo una expedición para encontrar la tumba de la diosa de la muerte.
En esta aventura encontrará aliados y villanos pertenecientes a una malévola corporación tratando de explotar la tumba en cuestión para fines maligno-económico-genéricos (¿Una corporación tratando de utilizar artefactos sagrados para fines comerciales? ¡Nunca antes visto!) con consecuencias varias.

Esta es una película entretenida. A un nivel audiovisual, con escenas de acción muy bien realizadas, donde el CGI y los efectos prácticos se juntan sin que se vean las “costuras”, lo que la hace una ágil y bastante adrenalínica cinta, con momentos emocionales de buen nivel para una película de acción (Nadie está compitiendo con Meryl Streep acá). La inclusión de trampas, puzles y acertijos a lo largo de la historia hacen también fuertes guiños a momentos del juego, lo que creo será del agrado de los fans de la saga.

El punto más fuerte es Vikander. La ganadora del Oscar hace muy bien el papel y es un contrapunto bastante extremo a la interpretación del personaje por parte de Angelina Jolie por allá por principios de los 2000. En su interpretación, la actitud “canchera” y estoica de Jolie se intercambia por un personaje humano, carismático y que la mayor parte del tiempo se ve superada por la situación que la rodea. Ella debe probarse a sí misma que es capaz de seguir adelante a pesar del dolor físico y emocional que siente a lo largo de su aventura. Es un personaje que se ha adaptado a los tiempos y que espero, al igual que Wonder Woman, dé un mayor sentimiento de representación y un modelo positivo a seguir para muchas niñas y mujeres que antes podrían haber tenido dificultad viéndose representadas en la pantalla grande.
Los puntos más débiles vienen de parte de la historia en sí. Desde un principio uno sabe más o menos a donde va a terminar la cosa. No sorprende demasiado durante el desarrollo (Por muy entretenido que este sea) y aunque tiene un pequeño “Twist” en los últimos minutos (que ese sí no me lo esperaba) este termina siendo solo un “Set up” para lo que será la secuela de la saga, lo que finalmente me dejó un poco insatisfecho.

En cuanto a los personajes secundarios, todos cumplen bien pero nadie brilla demasiado. Walton Goggins (Que es como un Michael Shannon más frenético y después de no dormir como 3 días seguidos) es el villano de la cinta. Este sufre un poco del mal del villano Marvel, está ahí para avanzar la historia pero no es muy memorable. Habiéndolo visto ser de las partes más interesantes de otras películas (Léase “Operación Ultra”) me hubiera gustado que le dieran algo más que hacer.

Aún con todo esto la película es entretenida. Les va a alegrar la tarde si la van a ver al cine. Tiene un par de momentos de risa (Especialmente un cameo por parte de un amigo de Edgar Wright que le gusta comer barquillos), y harta acción y adrenalina.
Así que si quiere ir a pasarlo bien un rato, y limpiar un poco el paladar de la recién pasada temporada de los Oscars con un par de horas de acción, dese un gusto y vaya a ver Tomb Raider. No le cambiará la vida, pero no le va a doler pagar por las cabritas.

¿Significará esto que las películas basadas en video juegos ahora pueden ser buenas? Veamos cómo le va a la Roca con “Rampage” y cachamos.
Igual sería cool.