Espías del siglo XXI: Mujeres

Ya son varios los artículos que he publicado acerca de espías:

• Espías del siglo XXI: Bourne y sus sucesores
• Espías del siglo XXI: Veteranos
• Espías del siglo XXI: Otras Latitudes

Hoy toca hablar de ellas, las mujeres espías/asesinas.

Salt (2010)

Habiendo participado en Mr. And Mrs. Smith, Angelina Jolie vuelve a ser espía en esta película dirigida por Phillip Noyce (The Bone Collector, The Giver, Juegos de Patriotas).

Acusada de traición, la agente Evelyn Salt debe huir para tratar de limpiar su nombre y buscar a quien la está inculpando.

Esta es una película con una trama ya vista muchas veces, pero con buenas escenas de acción. Aunque el papel de Salt no le queda bien a la extremadamente delgada Jolie. Parece que en cada salto, patada o disparo se fuera a desarmar.

Entretenida de ver, pero sin aportar mucho al género.

 

Haywire (2011)

Del veterano directo Steven Soderbergh (Ocean’s Eleven, Magic Mike) tenemos una película de acción e intriga que esta protagonizada por la ex-luchadora de artes marciales mixtas, Gina Carano (Blood and Bone, Furious 6).

El film cuenta la historia de Mallory Kane, una ex-marine que ahora trabaja de mercenaria. La última misión que efectuó en China trae coletazos para ella y todos los que la rodean, empujándola hasta el límite para mantenerse viva.

Las escenas de acción son de lo mejor, principalmente por las habilidades físicas de Carano. Acá vemos a una mujer a la cual si le creemos que puede efectuar todas las hazañas que nos muestra.

El problema de la película es que trata de complejizar demás su argumento haciendo que pierda dinamismo.

 

Colombiana (2011)

Cataleya es una niña que ve como asesina a toda su familia. Se refugia en la casa de un tío y se entrena para poder llegar a convertirse en una asesina con las habilidades para vengar a sus padres.

Con esta premisa, creada por Luc Besson (El Profesional, Nikita) y dirigida por Olivier Megaton (Transporter 3, Taken 2 y 3) nos trae a Zoe Saldana (Avatar, Guardians of the Galaxy) en el rol protagónico. Con una trama que al principio promete, pero de a poco cae en lugares comunes y con las escasas habilidades de Megaton para darle un sello distintivo a sus obras, esta película termina convirtiéndose en “algo para pasar el rato”.

 

Hanna (2011)

Una chica es entrena por su padre para ser la asesina perfecta y llevar a cabo la venganza que él no puede ejecutar.

Sin conocer nada del mundo más allá de su hogar, Hanna deberá emprender su viaje que la llevara a través de Europa para cumplir su objetivo.

Una premisa similar a Colombiana, pero acá el director inglés Joe Wright (Pride & Prejudice, Pan) sabe imponer su sello y nos entrega algo más que disparos y explosiones.

Saoirse Ronan (The Grand Budapest Hotel, Death Defying Acts, The Lovely Bones) como Hanna, a Eric Bana (Munich, Deliver Us from Evil, Troya) como su padre y a Cate Blanchett (Elizabeth: The Golden Age, El Señor de los Anillos) como la antagonista, Wright recrea el ambiente de los films de espías de los 70’s, agregándole elementos de las películas de espías moderna y haciendo crecer a los personajes a media que el metraje transcurre.

Sin lugar a dudas es una película que debe ser vista.

 

Lucy (2014)

Una chica es obligada por su novio a transportar droga para unos mafiosos coreanos. Todo se complica cuando el contenedor de la droga se rompe y esta se esparce por su cuerpo. La droga era una sustancia experimental que le da acceso al 100% de su cerebro, entregándole habilidades que ningún otro ser humano posee.

Luc Besson fue aclamado en los 90’s por obras de arte como El Profesional (con Jean Reno, Gary Oldman y Natalie Portman) o Nikita, pero en la última década no ha dado en el clavo y cada vez tiene peores ideas (como Colombiana, Taken 3 o Transporter Refueled). Lucy, interpretada por Scarlett Johansson (Avengers), es otro ejemplo de ellos. Una película incoherente, descabellada e incomprensible. Que no se toma en serio el género (como Nikita), pero tampoco es graciosa y entretenida (como El Quinto Elemento).

 

Conclusión

Vemos como, otra vez, los intentos de imitar el estilo Bourne son fallidos en su mayoría. Los guionistas y directores se enfocan en las escenas de acción, pero descuidan los otros aspectos que tenían las películas protagonizadas por Matt Damon.

Solo en algunas ocasiones, como Hanna, un director talentoso puede rescatar elementos para hacer que la película destaque por sobre el resto y valga la pena